Más allá de comer bien: la clave está en activar tus células

12/08/2025
Dr. Candelario Ramírez Rivera
La alimentación es fundamental, pero ya no es suficiente para protegernos de las enfermedades modernas. Aunque realizar tres comidas diarias ayuda a mantener la energía, nuestro cuerpo funciona como una máquina de combustión: produce enormes cantidades de radicales libres (hasta 300 mil trillones cada 24 horas), moléculas inestables que dañan nuestras células, las oxidan, inflaman, acortan los telómeros y aceleran el envejecimiento celular. Este deterioro es la base de más de 300 enfermedades, incluido el cáncer.
Incluso llevando una dieta balanceada, haciendo ejercicio y manteniendo un peso saludable, el daño continúa. Nuestro organismo se oxida las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año. Además, los cambios epigenéticos —activaciones o bloqueos en nuestros genes provocados por el estrés, la contaminación, la falta de sueño y otros factores ambientales— potencian ese desgaste celular.
¿QUE PODEMOS HACER PARA PROTEGERNOS?
La respuesta está en activar las defensas celulares:
Aumentar las enzimas antioxidantes (Nrf2) para combatir radicales libres.
Mejorar la función mitocondrial (Nrf1) para optimizar la producción de energía.
Elevar el glutatión a niveles óptimos (12 miliosmoles) para desintoxicar y revitalizar las células.
Alargar los telómeros, preservando la juventud y funcionalidad celular.
Estos mecanismos no solo previenen enfermedades, sino que frenan el avance de padecimientos crónico-degenerativos, reducen complicaciones e incluso revierten el daño existente.
Hoy la nutrigenómica y los activadores celulares nos permiten regular la expresión genética y contrarrestar los cambios epigenéticos que dañan nuestras células. Combinados con un estilo de vida saludable, se convierten en la fórmula perfecta para vivir más y mejor.